La urología es una de las especialidades más importantes y de las que menos se habla en el ámbito de la salud, se encargan de diagnosticar y tratar enfermedades del aparato reproductor masculino, así como de los riñones, la vejiga y las vías urinarias.
Los profesionales de la salud con capacitación especifican como una Maestría en Urooncología diagnostican y tratan los siguientes tumores: próstata, renal, vejiga, testículos, pene, adrenales, uretrales, retroperitoneales y de órganos vecinos.
¿Qué hace un urólogo oncólogo?
El oncólogo urológico es un profesional formado que proporciona tratamiento quirúrgico a los pacientes que padecen cánceres urológicos. El uro-oncólogo actúa como mediador que se coordina con los oncólogos, los servicios de apoyo y los oncólogos radioterápicos para proporcionar un tratamiento eficaz a los pacientes.
A continuación, hablaremos de los tumores vinculados a la urooncología:
Cáncer de próstata
El cáncer de próstata en su fase inicial no causa ningún síntoma, ni siquiera dolor. Por regla general, si el tumor causa dolor está en una fase avanzada, o bien se ha extendido a estructuras adyacentes al lugar del cáncer. De ahí radica la importancia del cribado del tumor de próstata con el tacto rectal y el análisis de sangre del APE (antígeno prostático específico).
Cada caso de cáncer de próstata es único y tiene un comportamiento biológico variable.
Es cierto que algunos casos son tan poco agresivos que no es necesario curarlos y pueden manejarse con una vigilancia activa. Sin embargo, otros son tan agresivos que tienen un procedimiento más complicado para su curación. Muchos casos se encuentran entre estos dos extremos: moderadamente agresivos y eminentemente curables.
Un gran avance reciente es la mejora en la capacidad de predecir qué tumores de próstata necesitan ser tratados activamente y cuáles pueden ser vigilados, un enfoque matizado e individualizado.
Cáncer de riñón
El carcinoma de células renales ha sido calificado como una de las formas de cáncer de riñón más comúnmente diagnosticadas. La mayoría de los tumores se localizan de forma incidental tras los resultados obtenidos en estudios de imagen renal no relacionados.
Los síntomas de los tumores renales más avanzados pueden parecerse mucho a los de los cálculos renales (por ejemplo, dolor renal, hematuria). Por lo tanto, en cualquier circunstancia de este tipo, no hay que olvidar acudir a un urólogo cualificado y hacerse al menos una ecografía y un análisis de orina.
Para los tumores pequeños, la escisión del mismo con un margen ayuda a preservar el riñón (lo que se denomina nefrectomía parcial). En el caso de las tumoraciones más grandes que invaden el riego sanguíneo y localmente avanzados, es esencial la extirpación completa del riñón con la cubierta circundante (denominada nefrectomía radical).
Dado que el carcinoma de células renales es resistente a la radioterapia y a la quimioterapia, en el caso de una enfermedad muy extendida se realiza una citorreducción quirúrgica y se prescriben determinados medicamentos (denominados “terapia dirigida”). La mayoría de los tumores pueden extirparse mediante un procedimiento mínimamente invasivo (laparoscopia).
Cáncer de vejiga
Cada año se atribuyen más de 17.100 muertes a la incidencia del cáncer de vejiga. La mayoría de los pacientes suelen quejarse de hematuria, o de orina con sangre. El mejor protocolo de diagnóstico es la cistoscopia. Al echar un vistazo al interior de la vejiga del paciente y adquirir la biopsia de la lesión, los patólogos pueden determinar fácilmente la variante de cáncer de vejiga que invade el tejido muscular de la vejiga.
El protocolo de atención estándar para el cáncer de vejiga es la cistectomía radical y la exenteración anterior con derivación urinaria (ortotópica, neovejiga, derivación cutánea continental, conducto ileal). Estos procedimientos se realizan principalmente mediante cirugía abierta. Sin embargo, está la opción de realizarse a través de la técnica de laparoscopia, con o sin asistencia robótica.
Conclusión
El objetivo del mejor tratamiento de urología está en proporcionar una atención integral de la mano de las nuevas tecnologías a los pacientes que padecen cánceres urológicos mediante el uso de opciones de tratamiento óptimas y equipos de última generación.
El diagnóstico precoz es importante, ya que permite detectar el tumor antes de que se haya extendido, lo que ofrece más opciones de tratamiento.
Los hombres deben saber que, al igual que las mamografías en el caso de las mujeres, la detección del cáncer relacionado con el uro oncología no es algo que deba temer y la atención preventiva debe ser una prioridad absoluta. Si el cáncer se detecta a tiempo, muchos de los tratamientos disponibles hoy en día son menos invasivos y tienen muy pocos efectos secundarios, a la vez que presentan altas tasas de curación del cáncer.