En el camino del cáncer, no todos los días son de fuerza, esperanza o alegría. Hay momentos en los que el cansancio físico y emocional pesa mucho, y las emociones como la tristeza, la frustración o el miedo aparecen con fuerza.

Es importante recordar que sentirse mal, cansado o desanimado no significa que estés fallando o que no estés luchando lo suficiente. No siempre hay que estar “positivo” ni sentir que hay que poner una sonrisa obligatoria para seguir adelante.

Aceptar estos días difíciles es parte del proceso. Reconocer que no siempre se puede estar fuerte es un acto de honestidad y cuidado personal. Muchas personas creen que deben ocultar sus emociones para no preocupar a quienes los acompañan, pero esto puede aumentar la sensación de soledad.

Si estás atravesando un momento complicado, aquí te dejamos algunas ideas que pueden ayudar:

  • Permitir sentir: Date permiso para llorar, descansar y ser vulnerable.

  • Buscar apoyo: Hablar con alguien que te escuche sin juzgar puede aliviar el peso emocional.
  • Evitar comparaciones: Cada proceso es único y lo que sentís es válido.
  • Pequeñas pausas: Dedicar momentos a actividades que te reconforten, aunque sean breves.
  • Pedir ayuda profesional: Un psicólogo o terapeuta puede acompañar en esos momentos de crisis emocional.

Recordá: los días difíciles no definen todo el camino, pero reconocerlos y atravesarlos es parte de sanar y adaptarse. No estás solo en esto, y está bien no estar bien a veces.