Muchos pacientes oncológicos experimentan alteraciones en el sentido del gusto y cambios en el apetito, especialmente durante la quimioterapia, la radioterapia o ciertos tratamientos hormonales. Estos síntomas son comunes y forman parte de los efectos secundarios del tratamiento.
Por qué ocurren
- La quimioterapia puede afectar las células de las papilas gustativas, alterando la percepción de los sabores.
• La radioterapia dirigida a cabeza, cuello o abdomen puede causar sequedad bucal, inflamación o cambios en la mucosa, modificando el sabor de los alimentos.
• Algunos fármacos pueden alterar la producción de saliva o generar náuseas, disminuyendo el interés por comer.
Manifestaciones frecuentes
- Alimentos con sabor metálico o amargo.
- Pérdida parcial del sentido del gusto.
- Preferencia por alimentos más dulces o salados.
- Disminución del apetito y pérdida de peso.
Qué se puede hacer
- Fraccionar las comidas en porciones pequeñas y frecuentes.
• Probar distintos tipos de alimentos, texturas y temperaturas para encontrar lo más tolerable.
• Mantener buena hidratación.
• Consultar con nutrición oncológica para ajustar la dieta y prevenir déficits nutricionales.
Reconocer estos cambios es clave: no solo afectan la alimentación, sino también la energía, el ánimo y la recuperación.
La intervención temprana y el seguimiento con el equipo médico ayudan a minimizar su impacto en la calidad de vida.
Si estás experimentando cambios en el gusto o pérdida de apetito durante tu tratamiento, hablá con tu equipo médico o nutricionista especializado en oncología para recibir orientación personalizada.