La neuropatía periférica es un conjunto de síntomas causado por el daño a los nervios que se encuentran fuera del cerebro y la médula espinal. Estos nervios distantes se llaman nervios periféricos. Estos conducen las sensaciones (una sensación en diferentes partes del cuerpo) al cerebro y controlan el movimiento de los brazos y las piernas. También controlan la vejiga y los intestinos.

  • Hormigueo (sensación de “agujas y alfileres”)
  • Ardor o acaloramiento
  • Entumecimiento
  • Debilidad
  • Malestar o dolor
  • Menor capacidad para sentir el calor y el frío
  • Calambres (en los pies)

 

 

Algunos de los medicamentos de quimioterapia u otros medicamentos que se usan para tratar el cáncer pueden dañar los nervios periféricos. Cuando esto ocurre se llama neuropatía periférica inducida por quimioterapia (CIPN, por sus siglas en inglés). Este puede ser un efecto secundario discapacitante del tratamiento del cáncer.

 

La neuropatía periférica puede ser causada por otras cosas además de la quimioterapia, como:

  • Otros tratamientos contra el cáncer, como cirugía o radiación
  • Tumores que presionan los nervios
  • Infecciones que afectan los nervios
  • Lesiones de la médula espinal
  • Diabetes
  • Consumo de alcohol en exceso
  • Herpes zóster (culebrilla)
  • Niveles bajos de vitamina B
  • Algunos trastornos autoinmunes
  • Infección por HIV (virus de inmunodeficiencia humana)
  • Mala circulación (enfermedad vascular periférica)

Puede causar dolor severo y puede afectar su capacidad para hacer cosas como caminar, escribir, abotonarse la camisa o recoger monedas. La Neuropatía periférica puede durar semanas, meses e incluso años después de que finaliza el tratamiento. Si empeora mucho, puede causar problemas más graves como cambios en el ritmo cardíaco y la presión arterial, caídas peligrosas, dificultad para respirar, parálisis o falla orgánica.

Algunos de los más comunes incluyen:

  • Medicamentos como cisplatino, carboplatino y oxaliplatino
  • Taxanos, (paclitaxel, docetaxel, y cabazitaxel).
  • Alcaloides de plantas, como vinblastina, vincristina, vinorelbina y etopósido (VP-16)
  • Medicamentos inmunomoduladores como talidomida, lenalidomida y pomalidomida.
  • Inhibidores del proteasoma, como bortezomib, carfilzomib y ixazomib
  • Capecitabina

El tratamiento incluye reducción de dosis o suspensión del tratamiento de quimioterapia y otros que pueden ayudar a disminuir los síntomas como son:

Esteroides durante un corto periodo de tiempo hasta que se ponga en marcha el tratamiento a largo plazo

Parches o cremas con anestésicos que se pueden colocar justo sobre el área dolorida (por ejemplo, parches de lidocaína o crema de capsaicina)

Medicamentos antidepresivos, a menudo en dosis más pequeñas que las que se usan para tratar la depresión

Medicamentos anticonvulsivos, que se usan para ayudar a aliviar muchos tipos de dolores nerviosos

Opioides o narcóticos, para cuando el dolor es severo

Estas medidas se deben comenzar de inmediato para evitar daños a largo plazo que no mejorarán. El tratamiento a menudo puede aliviar algunos de los síntomas de la Neuropatía periférica. A veces estos síntomas desaparecen poco después de que termina el tratamiento.  Sin embargo, a veces duran mucho más tiempo y necesitan tratamiento a largo plazo. Es posible que la Neuropatía Periférica severa nunca desaparezca.

Cuando la Neuropatía periférica afecta su sentido de la sensibilidad, es más probable que se lastime por accidente. Aquí se detallan algunas cosas que puede hacer para mantenerse seguro(a):

Si tiene Neuropatía periférica en las manos, tenga mucho cuidado al usar cuchillos, tijeras, cortadores y otros objetos filosos. Úselos solo cuando pueda concentrarse por completo en su tarea.

Proteja sus manos mediante el uso de guantes al hacer labores de limpieza, jardinería o reparaciones en el hogar

Cuide sus pies. Revíselos una vez al día para ver si tienen alguna lesión o llaga abierta.

Siempre use calzado que cubra todo su pie al caminar, incluso en el hogar. Hable con su médico sobre zapatos o plantillas especiales que pueden ayudar a proteger sus pies.

Asegúrese de tener siempre maneras de sostenerse si tiene riesgo de tropezarse cuando camina. Los pasamanos en los pasillos y baños pueden ayudarlo a mantener el equilibrio. Un andador o un bastón pueden brindarle apoyo adicional.

Use luces nocturnas o linternas al levantarse en la oscuridad

Protéjase de las lesiones por calor. Coloque los calentadores de agua caliente entre 40 y 48°C para reducir el riesgo de quemaduras mientras se lava las manos. Use guantes para horno y posa-fuentes cuando manipula platos, parrillas o cacerolas calientes.  Compruebe la temperatura del agua de la bañera con un termómetro.

Mantenga las manos y los pies calientes y bien cubiertos en climas fríos. Por ejemplo, considere llevar un par de guantes en su automóvil. Evite las temperaturas extremas.

“La Neuropatía periférica es una afección que debe ser tratada y controlada a tiempo. Es posible que de ser severa nunca desaparezca. ”

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Publicación realizada en conjunto con María Agustina Clemente (@Wikicancer)

 


Dr. Niewiadomski Dario

Especialista en Oncología Clínica
oncologiaesperanzadora@gmail.com