El arte de acompañar.

A nosotros, los médicos, nos toca acompañar a nuestros pacientes por diversas situaciones, algunas alegres y esperanzadoras como el nacimiento de un hijo; otras desafiadoras, y en algunos momentos temerosas como el diagnostico de un cáncer.

Son estos momentos bisagra en la vida, donde miramos el pasado y el futuro al mismo tiempo.

Aun siendo cierto que el cáncer de una forma general, es la 2nda causa de muerte en muchos países, y en algunos la 1era. La evolución de los tratamientos, y el diagnóstico precoz representa una esperanza para los pacientes y sus familias.

En algunos países la tasa de supervivencia de la enfermedad llega al 80% después de los 5 años del diagnóstico, esas si es buena noticia, que de una forma muy peculiar está siendo reflejada en un nuevo tipo de paciente: el sobreviviente del cáncer.

Estos pacientes, aun teniendo controlada su enfermedad de base, acostumbran presentar múltiples efectos adversos de sus tratamientos, que pueden afectar la calidad de vida de una forma global. Entendamos la calidad de vida como el bienestar físico, psíquico y social del ser humano, y muchas veces, ante el diagnostico de un cáncer sus vidas cambian, especialmente en los aspectos sociales y psíquicos, más allá del éxito del tratamiento físico.

Ahí es donde aflora la necesidad de acompañar ese paciente de una forma holística, siempre en consonancia con su oncólogo, que es el maestro de la orquesta. Esta más que demostrado que el paciente oncológico, tratado de forma interdisciplinar tiene una mejor calidad de vida, y mayores tasas de éxito en su tratamiento, al final, seremos varios profesionales celando por su bien estar, y así son más los frentes cubiertos en esta batalla

En países como España, más del 60% de los pacientes que padecen cáncer solicitan tratamientos estéticos o kinesioterápicos para paliar los efectos adversos de sus tratamientos.

Según la Dra. Pilar Lacosta, el poder de la imagen, en el paciente oncológico está vinculado con el aumento de la autoestima, y con eso el descenso del cortisol, y consecuente aumento de la inmunidad. Además, la no estigmatización de estos pacientes los hace retomar su vida habitual de una forma más rápida y satisfactoria.

El medico estético, en este contexto acompaña el paciente en 3 etapas fundamentales:

En la prevención; con una historia clínica completa, examen físico, el acompañamiento y apoyo incondicional al paciente y en la orientación con respecto a controle de la obesidad y sobrepeso, los tratamientos cosméticos adecuados, para la correcta hidratación de la piel, o bien la micropigmentación preventiva de cejas, por ejemplo, ante una alopecia producida como efecto adverso de un quimioterápico.

Durante la enfermedad, también actuamos en atenuar determinados efectos adversos, como las alteraciones de la piel y de las uñas, mucositis, quemaduras, alopecia, pérdida de las cejas, sequedad vaginal, linfedema, pérdida de peso, náuseas y vómitos, problemas de sueño, problemas en las relaciones sexuales, alteraciones digestivas, además del maquillaje camuflado, y la protección solar, sin olvidarnos de la nutrición funcional.

Ya en el periodo de recuperación actuaremos en la foto protección, la reparación y la regeneración de los tejidos, como terapias de atenuar cicatrices, rellenos, revitalización y sostén de la piel.

Con eso entendemos la onco-estética como una nueva disciplina que ayuda al paciente a amarse, a cuidarse, a aceptarse, saliendo fortalecido de ese proceso.

 

 

 

 

Dra. Janaina Ferreira
MP 63324 IG

janaferreira3@gmail.com

@drajanainaferreira