Libélula

En el mes de Agosto de 2015, a mis 34 años, en un control de rutina me detectaron un nódulo, en mi mama izquierda. Recuerdo que salí del Estudio llorando, intuí que no era bueno. Los días sucesivos me realizaron varios estudios, Mamografía, Resonancia y luego la Punción, que dió como resultado, Cáncer.

Fueron días difíciles, de muchas preguntas en mi cabeza, de pensar que estaba soñando, que no me pasaba esto a mí. Soy muy joven pensaba, mi hijo es apenas un bebé, me necesita! Realmente la cabeza estalla, y la vida te da un vuelco enorme. Dejás de pensar en los  “inconvenientes cotidianos”,  en que tenés mil obligaciones que no podés cumplir en 24 horas. Te das cuenta que no somos eternos y que no tenemos el Control de todo.

Siempre fui muy exigente conmigo misma, y ahora, la vida me puso un freno.

Llegó el día de la Cirugía, el 24 de Septiembre, Cuadrantectomía, con ganglio Centinela.

Mi Doctora, Mastóloga, a quien aprecio muchísimo como Profesional y Ser Humano, le dijo a mi familia cuando terminó de operarme, que tenía una gran noticia, que el Ganglio Centinela estaba Sano! Y claro que sí, esto implica el estadío temprano de la enfermedad.

El postoperatorio no fué tan doloroso para mí, me recuperé rápidamente y aproveché ese tiempo para mentalizarme sobre el tratamiento que venía. Sentía que debía estar muy fuerte y preparada.

Vi a Cuatro Oncólogos, los cuales me indicaban el mismo tratamiento, pero elegí a FP porque me dió una mirada diferente, tal vez las palabras que usó, no sé, me transmitió tranquilidad y que estaba en las mejores manos. Para mí era muy importante sentirme cómoda y cuidada.

El 24 de noviembre me aplicaron la primer Quimio. El sábado anterior festejamos los dos añitos de mi hijo y los festejamos a pleno! No pensé en lo que venía, solo en que estaba ahí para hacer que su día sea maravilloso y esté rodeado de amor!

No fueron fáciles los primeros días después de la primera aplicación, no lo voy a negar. Siempre me sentí contenida con los profesionales que me ayudaban a no pasarla tan mal. Y también sentía que si tenía miedo era peor.

Siempre me aplicaron las quimios los días martes y saben que en esta “segunda etapa”, volví a elegir ese día. Tiene un significado para mí. Cuando me levanto un martes a trabajar, a realizar mi vida normal, me pongo tan contenta, desde que me despierto miro todo de otra manera. “Hoy es martes y no tengo quimio, y me estoy preparando para ir a mi trabajo, con Salud, con Energía, qué más puedo pedir?” Pensar que antes, me quejaba de mi rutina, ya no…

Les quiero compartir que al principio de todo esto, le temía más a la Quimioterapia que al Cáncer. Sí, es raro, como voy a temerle a lo que me va a curar no?

Yo nunca me sentí “enferma”, porque realmente nunca tuve ningún síntoma de esto…Entonces, cuando me comentan los efectos de la Quimio, pensaba, me va a ser pelota…Y me imaginaba acostada en mi cama, sin fuerzas, dolorida y triste. Recuerdo que pensaba “porque algo que te sana te provoca tantas cosas feas”…

Pero no es “tan” así, uno se asusta mucho y realmente no deberíamos tomarlo de esta manera. Me daban medicamentos puntuales para que no me descomponga y me sienta mejor, y eso lo hacía un poco más llevadero.

Con el tratamiento aparece “el tema del Cabello”, que tema no? Se cae, si, no hay otra, por lo menos en este tipo de Cáncer. Que hice con esto? No pensé en mí. Pensé en los demás, en que les daría impresión verme pelada. Y compré una prótesis de pelo natural, que entre nosotros…nunca quise. No era yo! Pero luego tuve otra oportunidad.

Al terminar las Quimios, comencé con Radioterapia, 33 sesiones, bastante agotador, me sentía cansada y tenía que ir todos los días, pero trataba de ponerle energía de donde podía.

Como mi Tumor era Hormonodependiente me indicaron luego una medicación, parte del tratamiento, Hormonoterapia (Pastilla por 5 años).

Luego, llegó el momento de los Controles, en el Control anual, FP, me solicitó un estudio Genético, en el cual como resultado me detectaron una Mutación Genética, llamada BCRA1. Por esto, me indicaron una cirugía (otra vez a quirófano) para sacarme los Ovarios y las Trompas, fue una intervención simple, pero a nivel emocional, fuerte. Aceptar que no podría volver a ser madre de manera natural fue un shock, que me costó pero lo procesé bastante bien, me ayudó mucho mi psicóloga y mis seres queridos. Pensé, soy Madre y tengo un hijo maravilloso, que es mi motor y lo único que pido es verlo crecer! Así que adelante!

Cuando sentí que ya podía relajarme, en el control de Noviembre de 2018, MO, otra profesional que aprecio muchísimo, me hace una Eco y me dice que algo no le gusta y esa misma semana me hace la Punción. Y si, no se equivocó, era otro Cáncer de Mama.

Ahora sí, vamos a sacar todo, no podemos arriesgarnos, me dijeron, y así fue, a los 20 días estaba en Quirófano. Me realizaron Mastectomía Bilateral, con Ganglio Centinela Sano, otra vez la mejor noticia!

Cuando le llevo los resultados a mi Doc. lo miré y me di cuenta que tenía que hacer quimio nuevamente, ya nos conocemos bastante.

Otra vez…No será mucho? Pensé.

Pero ahora sentí que estoy parada de otra manera, que ya sé cómo es, que si lo superé una vez lo voy a superar nuevamente y que tomaría todo lo que había aprendido durante este tiempo para que todo sea un poco más fácil.

Desarrollé empatía con el Cáncer, suena raro, pero es así.

Ahora SI! No hago nada que no me haga bien a mí, que no me haga sentir cómoda y feliz. APRENDI! Nada de peluca, amo los pañuelos y también mi pelada, me maquillo, me pongo hermosa y salgo con la mejor sonrisa!!!Que liberación, no saben.

Me siento plena, porque estoy “transformándome” en una mujer, en una madre, en una esposa, en una hija, en una amiga, que tiene una Fuerza y Garra para salir adelante, que no imaginaba. Aprendí a amarme mucho y eso me hizo amar la vida, y a mis afectos mucho más.

Ojo, en este camino hice muchísimo para llegar a sentirme así hoy. Me acerqué al mundo espiritual, tomé clases de Yoga, con una profe que hoy es mi amiga, y adoro.

Luego tomé clases de Movimiento Vital Expresivo, una técnica psicocorporal maravillosa, que me ayuda a conectarme con lo más profundo de mi ser y les puedo asegura que me sana, el alma y el cuerpo. Trabajamos en forma integral, Mente, Cuerpo y Espíritu. En este espacio encontré mi lugar y todo el cariño y contención de la mejor instructora.

Estudié Mindfulness, “Atención Plena”, y me cambió la manera de ver la vida. Hoy soy consciente de lo que hago, me conecto con el “Aquí y Ahora” y eso me ayuda a disfrutar del momento, y desconectar el Piloto Automático…Nada fácil, pero se puede lograr.

También les cuento que no dejé de trabajar, siempre y cuando me sentía bien y eso me ayudó a sentirme vital, útil y con la cabeza “en otra cosa”.

Tengo la Mejor Familia que se puede tener! Ellos son mi sostén. Siempre a mi lado, acompañándome, en todo momento! Tengo los mejores amigos, muchas personas que conocí después del Cáncer, y por él, que me cambiaron la vida, para bien, que me ayudaron a “Transformarme”.

Siento que pude desarrollar la capacidad de “Resiliencia”, que implica saber afrontar la adversidad de forma constructiva. Saber adaptarse con flexibilidad y salir fortalecido de un suceso difícil.

Hoy sé que tengo un propósito, además de sanar, por supuesto, quiero ayudar a personas que fueron diagnosticadas con Cáncer, y darles fuerzas, decirles que no tengan miedo, que hoy hay mucho por hacer, que la Ciencia avanzó y sigue avanzando muchísimo. Que no bajen nunca los brazos y que siempre traten de Sonreir!!!