S.D.G

Dia mundial contra el cancer

En este día sentí la necesidad de expresarme a partir de esto tan nuevo que llego a mi vida y que pudo golpearme tan duro como jamás me imagine. Con 29 años me sacudió la noticia tan triste como nunca sentí en la vida. Sr. G su biopsia arrojo que tiene un tumor maligno…

Y así empezó todo esto, hace 3 años empezaron mis malestares, una inflamación de abdomen lado izquierdo, seguido dolores en la espalda zona lumbar, que no me dejaban dormir por las noches. Fue ahí que me empecé  a acercar al hospital, la cual por guardia me tomaban placas, me decían que haga dieta y que no siga comiendo mas todas esas chatarras que yo comía, ya que me era mas fácil comer todo tipo de porquerías, dado a mi trabajo que me tenia 12 hs diarias sentado en un auto.

Repetidas veces iba al hospital y siempre la misma respuesta, hasta que un día el comentario del medico fue algo raro pero no tanto como para que me afectara, me dijo siga comiendo así, que así le va a ir.

Pasaron alrededor de 6 meses cuando los dolores ya se hacían insoportables, mi mal humor era terrible por no poder controlar ya mi cuerpo y dolores.

En mis vacaciones en un hospital en la guardia igual que otras veces me acerque para que algo calmara tan intenso dolor, allí la medica me tomo mas atención, indicando que podría ser causa de algo malo en mis riñones. Ya con mis ordenes de estudios volví a buenos aires y los realice.

Al tener todo me acerco al hospital para llevar a un clínico todos los resultados. Como olvidar esa mañana de viernes que fue todo tan rápido. Al ver mis estudios el medico me pregunto si me sentía bien. Si no me desmaye nunca me pregunto, y yo le dije que no. Ahí el medico me dijo se tiene que quedar internado.

Yo no entendía mucho, pero sabia que algo no estaba bien, volví a mi casa en la moto sin ver mas nada llegue en 5 min las 30 cuadras mas largas de mi vida agarre mis cosas, levante a mi esposa y maldiciendo le dije esta todo mal (con un miedo que me inundó el alma). Ella me respondió que ya sabíamos que esto tenia que pasar. Era ella la que ya intuía todo. La que me decía que había perdido demasiado peso. La que me insistía una y mil veces llorando que vaya al medico, y yo simplemente no quería, quizás por miedo.

Llegamos al hospital me hicieron la internación, me explicaron que mi anemia era muy grave. Y me transfundieron, mientras me hacían varios chequeos. Ese viernes el mas largo de mi vida. Llego la tarde y ya me quería ir, ya no quería estar ahí. Pero mi esposa que hablaba con los médicos venia y me hablaba para tranquilizarme y que era lo mejor para mi, que lo hiciera por mis hijas. Así me convenció de quedarme una noche mas. Sábado y domingo ya no daba mas, mis lagrimas no se iban fácil. En mi garganta la angustia se hacia notar, es ahí que me dice mi esposa que me tenia que quedar al Lunes para que vengan a hacerme un estudio y después ya me iba, lo cual ansioso pasaban las horas. Me dieron un bidón de algo asqueroso que lo tome para mi estudio que no sabia bien que era, hasta que lo supe. Nervios mas latentes en mi, pero ya faltaba poco para irme.

Mi colonoscopia duro menos de 10 minutos, el tubo no podía pasar mas, la cual muy amable la Dra. me explico, pero yo no entendí solo me quería ir.

Mi esposa mas calma va y habla con los médicos lo cual le explican, viene me dice que tengo un tumorcito y que dentro de unos 15 días tendría el resultado. me dan el alta, siempre y cuando que siga mi tratamiento.

A los 15 días vuelvo, a conocer mis resultados. Sr G sus pruebas no dieron bien. Tiene un tumor maligno, en pocas palabras Cáncer. La Dra. al verme tan joven también vi gran pena por mi. Brotaban mis lagrimas de bronca, pensando una y mil veces porque a mi??.

Salimos en silencio, empezaron mis estudios mas complejos para saber bien como estaba mi tumor y si se podía operar. Viajes idas y vueltas hasta que llego el día que me dijeron que no se podía operar, ya estaba en mis pulmones y hueso. Ahí se esfumo mi operación.

Fue ahí que conocí un hospital oncológico, que a mi suerte habían inaugurado uno en mi localidad.

Empezamos a tratar de comenzar la quimio pero seguía aguda mi anemia, y era un tema mis valores no subían y me tenia que transfundir una y otra vez, lo cual mas me tiraba abajo, ya no quería que me pinchen, pero esto solo recién empezaba.

Con nervios llegue a mi primer quimio, acompañado siempre de mi esposa que jamás me soltó la mano. Ahí empecé a comprender que éramos mas de lo que uno ve. Que no era el único y que había gente en peor condición, pero que le ponía todo para seguir.

Volví a casa tranquilo no había sido tan grave. A los días empezaron mis efectos secundarios, la sensación mas horrible que pude sentir. No solo no podía ni tragar agua, no podía mover mis manos ni pies, ni exponerlos al frio (era invierno), sino la tristeza era mas que inevitable, eran los efectos secundarios. Nauseas y noches dándome vueltas sin dormir.

Mi vida había cambiado, mis hábitos tuvieron que cambiar, esas chatarras que yo comía ya no existían, empecé a conocer el sabor del agua, que jamás tomaba porque era mas rico una gaseosa, comidas que le despreciaba a mi esposa empezaron a ser mi menú. Ella haciendo hincapié que era todo para mi bien, pero me costaba tanto entender. De a poco comí cosas que jamás había probado, quizás por capricho, por inmadurez.

Era un menú de medicamentos también hierro, vitaminas, inyecciones de hierro, y las 8 pastillas de la quimio.

Alrededor mío también fue una gran cambio, todos apoyándome y estando pendientes de mi.

A veces despertaba por las noches y veía a mi esposa llorando, no lo hacia adelante mío en el día pero por las noches se desahogaba, yo tenia solo mimos y te amo que a ella le recargaba las pilas para enfrentar otro día mas, con las 3 niñas y conmigo que era una caja de pandora no sabia que se podía esperar.

Pasaron mis primeras 3 sesiones yo ya un poco mejor, ya empezaba a comprender mis síntomas y como controlarlos. Unas veces con mas paciencia que otras pero bien acompañado y contenido.

Al día de hoy 4 de febrero del 2019 que no llevo ni un año de ese momento que cambio mi vida, puedo ver las cosas de otra manera, a las personas mirarlas con mas atención. Uno no sabe entre tanta gente quien pasa por lo mismo, quien la peleo para salir de esto.

Aprendí a dejar de lado la enfermedad para vivir mi vida, para disfrutar de mi familia, es difícil porque al principio esta palabra se instala las 24 hs y te ahoga. Pero la mejor forma de ahogarla es VIVIENDO cada momento, disfrutando los hijos, y la familia. Haciendo eso que nos gusta, un partido, una comida, una fiesta, un momento especial para sonreír.

Sin dejar de bajar los brazos. Y con la cabeza en alto, hoy peleo con mi cáncer colorectal con matatasis pulmonar y ósea. Firme para mis hijas y mi familia.

Solo tengo palabras de agradecimiento a todos los profesionales que se preocuparon, a cada integrante del centro oncológico  por formar un espacio de contención, para cada paciente. A cada enfermera que te da todo y mas para que uno se sienta cómodo en un espacio tan especial como es un hospital de día para las quimioterapias. La dedicación de quedarse fuera de su horario cuando te descompensas. De correr atrás de uno y de cada paciente, mostrando todo el amor de su profesión. A la coordinadora de este centro que viene luchando con esta enfermedad hace mas de 10 años, sentándose con cada familia a minimizar la espera, siempre con una sonrisa que nos da ejemplo de vida..

Esto es un poquito de lo que yo viví, se que vendrán mas momentos para superar, pero se que nunca me soltaran la mano.