Trabajar en y con la naturaleza maximiza nuestro bienestar, felicidad y mejora la calidad de vida. Estas son algunas razones por las cuales las actividades de huerta son cada vez más utilizadas con fines terapéuticos:

Satisfacción personal: “No hay mejor forma para preservar la salud que pasar el tiempo libre en el jardín” dice Leonard Maeger, autor de “El jardinero inglés”. Cosechar aquello que sembraste y cuidaste durante semanas, provoca una gran satisfacción personal y sensación de realización. Recoger los frutos de la huerta simboliza el alcance de metas y eso fortalece la autoestima y el amor propio.

Mejor salud: las frutas y verduras orgánicas se encuentran 100% libres de las toxinas presentes en los fertilizantes y pesticidas industriales y, por ello, son altamente beneficiosas para nuestro organismo. Una dieta rica en frutas y verduras frescas es garantía de nutrición. Tener los vegetales disponibles, a pasos de tu cocina, va a favorecer que los elijas a la hora de decidir qué cocinar, evitando así enlatados y envasados industriales.

Relación con el ambiente: el trabajo de la huerta representa un retorno a la naturaleza. Aun viviendo en un centro urbano, las labores hortícolas nos dan la posibilidad de re-conectar con nuestro ambiente natural, acercarnos a la tierra, manipular semillas y observar cómo crece una planta.

Descanso mental: el trabajo de la huerta funciona como terapia “anti estrés”. El Dr. Uno Brunprei, representante de la Sociedad Iberoamericana Japonesa de Ciencias de la Salud, descubrió que la terapia flor hortícola cumple con el objetivo terapéutico a través de acciones que estimulan los cinco sentidos del ser humano. Fortalece el equilibrio bio-psico-socio-cultural y espiritual en el que se sustenta la salud humana y mejora la calidad de vida de la persona.

El paciente oncológico necesita mucha contención, no solo de sus familiares y allegados, sino también del medio que lo rodea, es por esto que la interacción entre la tierra y la “persona” es sin lugar a dudas muy terapéutico ya que sin demandar mucha energía física se generaría mucha energía psíquica positiva.

“Me encanta trabajar en huertas y floricultura,y es muy cierto que hace muy bien anímicamente, gracias por el informe”.

Obregón Fernandez

Lo mas hermoso ver el cultivo que dé fruto, sea jardín o verduras me encantan. Mil Gracias Dios les Bendiga Muy bienvenida la idea del Trabajo y La Terapia”.

Carmita Carrion Herrera

“Es muy relajante y agradable tener un huerto, con frutales, yerbas aromáticas, flores. Yo lo practico en mi vida diaria, lo aprendí de mis queridos padres”.

Carmen Carrasco

“Yo tengo un huerta casera en mi clínica. Es genial.hasta la lechuga que compro cultivo la parte de la raíz. Sorpresa!! Crece una hermosa lechuga”.

Celsa Díaz Zárate


Valeria Churba
Hola@valeriachurba.com.ar
Clases gratuitas de huerta en la Quinta Trabucco