Seguramente alguna vez te has preguntado… ¿cómo nuestro cuerpo no detecta el crecimiento de un cáncer?

Regálate un minuto en este blog, explicaré una de las teorías de los años 60´s que a la fecha no ha sido descartada.

La respuesta al cuestionamiento anterior, la explico el prestigioso Frank Macfarlane Burnet (biólogo autraliano, ganador del premio Nobel en Medicina del año 1960), con la teoría de “Inmunovigilancia”.

El organismo desde nuestro nacimiento hasta el último día de vida mantiene un sistema de protección brindada por diversas células, las cuales nos confieren un blindaje contra microorganismos patógenos, enfermedades y células cancerígenas a las cuales estamos expuestos todos los seres vivos. Uno de los muchos procesos que se mantienen activos es la inmunovigilancia, la cual permite que nuestro sistema inmunológico tenga la capacidad de hacer un escrutinio entre cada célula de nuestro cuerpo, siendo capaz de reconocer sus características fenotípicas (receptores) e inducir la eliminación de las células cancerígenas.

Este reconocimiento constante de células asegura una homeostasis (autorregulación), evitando que una célula aberrante prospere, se dividan en mayor cantidad y generen una descendencia que conserve su aberrancia (mutación); esta fase tan importante, es conocida como de “eliminación”.

Por otra parte, las células cancerígenas tienen unas proteínas llamadas oncogenes, mismos, que son activados por la agresión del sistema inmune; estas proteínas al activarse (dominante), permite ganar funcionalidad a la célula cancerígena, generando variantes estructurales, que en resumen se traduce como mayor sobrevida y proliferación. Los oncogenes responsables de la carcinogénesis (desarrollo del cáncer) pueden adquirirse de dos maneras, heredados o de novo (biológicos u ambientales).

Aquí, inicia la segunda fase llamada de “equilibrio”, donde la presión impuesta por el sistema inmunológico a la célula cancerígena ya no es eficaz y su eliminación no es del todo satisfactoria; mientras tanto, se genera una inmunoedición de células mutadas. Durante este proceso la célula cancerígena (mutada) necesita favorecerse de inestabilidad genómica e inflamación tumorigénica para su persistencia y generar los suficientes mecanismos de evasión en contra del sistema inmunológico, favoreciendo su crecimiento y presentación clínica; a esta fase se le llama de”escape”.

Cuando usted ve una tumoración (bola) o lesión por cáncer, son células que evadieron la respuesta inmunológica, ese es el momento en que debe acudir al médico Oncólogo y recibir atención adecuada; prevenir es vivir.

Invierte en tu salud, cuida tu vida.


Dr. Manuel Barrada

Médico Cirujano
Cédula profesional 08705643
Certificación: 83118674
Tabasco, México
manbarsito@gmail.com