Aquí, los pasos que nos llevan a la cultura oriental para alcanzar la paz

Aunque para algunos resulte asombroso, los yoguis tienen acciones e intenciones muchas veces opuestas al hombre ordinario, que por creer que ya está despierto no hace nada por mejorarse. Seguramente pueden parecer extrañas prácticas físicas y mentales, que vienen de enseñanzas antiguas para una vida con gran significado y naturalmente con otras consecuencias altamente positivas.

DetenteLa mente humana no para nunca. Pareciera tener vida propia y en ella, todo el tiempo, despiertos o dormidos, navega algún pensamiento y otro y otro y muchos otros. Es un motor encendido que igual a la superficie del mar, está visiblemente en permanente acción y agitación. Hacer un stop, lo más seguido posible, es todo un arte para calmar las turbulencias de la mente.

Descubrir — Los orientales llaman “vritis” a la sustancia mental. Sí, llaman substancia al conglomerado de cambiantes ideas y pensamientos, ordenados o amontonados, conocidos o desconocidos, calmos o alborotados. Y lo más curioso es que la mayoría del tiempo, vienen y van sin que nosotros les prestemos demasiada atención. Es por todo esto, que aquí pretendo llamar tu atención haciendo un alto y entonces te pregunto quién habita en su territorio psicológico ?

Observarnos — Quienes practicamos el Yoga de la mente (y del cuerpo) como iniciados en el arte oriental de despertarnos para mejorarnos a nosotros mismos, atendemos con atención a lo que existe detrás de la acciones más comunes, ya que estas en sí mismas no son otra cosa que una proyección o la punta visible que esconden el resto del iceberg. Nuestras acciones son visibles pero encierran algo muy superior, profundo y la mayoría de las veces, desconocido para nosotros.

Conocernos — La respuesta honesta es que la mayoría de las veces no sabemos ni estamos pendientes de cuál pensamiento pasa por nosotros. Ellos van y vienen, pero nosotros lejos de ser los dueños de nuestra mente (nuestro vehículo mental) estamos distraídos por alguno de los infinitos estímulos exteriores y desatendemos a lo que nos pasa por dentro.

OrdenCómo se puede vivir en paz cuando en nuestra propia casa psicológica, el caos (desorden) es el factor dominante de las situaciones más comunes o cruciales ?

Patanjali hace más de 2500 años dejó como legado que “Yoga es el control de las ideas de la mente y esto se logra por medio del desapasionamiento y desapego”

Control de nosotros mismos— Los pensamientos nos atraviesan y todo sucede sin nuestra decisión. Ideas positivas y negativas, estados buenos y malos, acciones convenientes, previstas o fortuitas y accidentales, todo pasa por nuestra mente. Mientras tanto, tu (el verdadero amo), está plácidamente distraído, incómodamente sufriente o inútilmente atrapado en circunstancias en las que se ve envuelto y no tiene control ni planes para una salida inteligente a esa lamentable sucesión de “hechos de la vida real”.

Paz — Las células cerebrales (neuronas) se comunican entre sí produciendo impulsos o pequeñas señales eléctricas. Son un cierto número de ondas por segundo y su frecuencia varía de acuerdo a los diferentes niveles de conciencia y por lo tanto, pueden ser más rápidas o más lentas. Esta actividad eléctrica del cerebro la mide el electroencefalograma en gráficos que muestran ondas continuas suaves y armoniosas o según el caso, muy cambiantes y con bruscas variaciones. De aquí tomó el lenguaje popular aquello de “buenas” o “malas ondas”. Lo realmente muy curioso es que este fenómeno de la mente ya lo comentó Patanjali, el recopilador de las enseñanzas del Raja Yoga, hace varios miles de años. El Sabio dijo que “la turbulencia mental es la causa de nuestra agitación y estados fluctuantes de la conciencia”.

Ahora, volvamos al centro de la Meditación: Con qué ocupas tu mente?

Acción — Te propongo comenzar por observarte con foco en tu interior para descubrir y reconocer qué ideas ocupan tu mente, ahora y en cada momento del día. Aparentemente es un simple ejercicio pero notarás que te va a traer mucha paz.


Profesor Alberto Pavlotsky

Profesor de Meditación y Relajación