La salud mental es un aspecto fundamental en el abordaje integral del cáncer. Los avances médicos han demostrado que el bienestar psicológico influye directamente en la forma en que los pacientes transitan su diagnóstico, los tratamientos y la recuperación.

Impacto emocional frecuente en oncología:

Ansiedad y miedo frente al diagnóstico.
Trastornos del sueño.
Síntomas depresivos vinculados al tratamiento o a cambios en la vida cotidiana.
Estrés relacionado con la incertidumbre y los controles médicos.

Por qué es importante el cuidado de la salud mental:

Favorece la adherencia al tratamiento.
Mejora la comunicación con el equipo médico.
Disminuye el riesgo de aislamiento social.
Contribuye a la calidad de vida en cada etapa del proceso.

El cáncer no solo requiere un tratamiento médico dirigido al tumor, sino también una mirada que contemple la salud emocional de la persona.
El acompañamiento psicológico, los grupos de apoyo y la escucha activa del equipo de salud forman parte esencial de este cuidado.

En oncología, la salud mental no es un aspecto secundario: es parte del tratamiento.