Valiente

Pues ser diagnosticada de Cáncer, sin duda no es nada fácil, aunque escuchamos hablar de él y sabemos en qué consiste; por muy informado que estemos nunca nos imaginamos que podemos ser los protagonistas de esta esta experiencia, como ser humano crees que para tener Cáncer de mama, debes cumplir con algunos requisitos (factores de riesgo), tales como: tener algún factor hereditario, abuso de píldoras anticonceptivas, abuso de alcohol, drogas o hacerte mayor quizás; es justo allí cuando piensas y crees que eres intocable, porque no cumples con ningún requisito (factor de riesgo), empiezas a obviar que esta enfermedad puede tocarte, pero el cuerpo es tan sabio que siempre nos avisa, la importancia está en que le hagamos caso.

En mayo 2017 un sábado al llegar a casa después de trabajar doble turno, me empezó a doler el vientre y ese era uno de los primeros síntomas que presentaba cuando estaba muy próxima a mi ciclo de menstruación, así  que como todos los meses me realice el autoexamen, ese que se basa en tocarte los senos con las yemas de los dedos, en forma de agujas de reloj y si sientes alguna bolita dura (nódulo), debes consultar con un Médico, confieso que jamás pensé que podía existir la posibilidad de que pudiese ser Cáncer, quizás esta impresión sea muy normal entre las personas porque aunque sepamos ¿qué es el cáncer? no pensamos que podemos poseerlo en alguna etapa de nuestras vidas, sin dudarlo fui directo a chequearme, ese sin duda fue mi próximo paso, el día lunes, asistí a consulta y la Dra. M mi Medico de plena confianza, me realizo un eco mamario, vio la imagen con cara de malas noticias, note su expresión, porque la conocía muy bien, pero ella no dijo ni una sola palabra, solo me indico una mamografía, debo confesar que en ese momento quería saber ¿Qué tenía? ¿Qué pasaba? ¿Por qué una mamografía si solo tenía 27 años? ¿Será que de verdad vio algo maligno en el eco?, ó ¿solo quiere estar segura de un diagnostico? La ansiedad invadió mi ser, hasta que lo vi, era tan clara la imagen de la mamografía, muy sospechosa  porque había una mancha negra y muchos destellos a su alrededor, la Dra. M muy calmadamente me dijo que había algo allí, teníamos que saber que era, y la mejor manera para tener una respuesta clara, era hacer una hacer una biopsia, de los nervios que tenía, no me dolió ni un poquito, la biopsia se realiza porque da un diagnóstico más real, fueron cuatro largos días de espera para tener el resultado en mis manos,  (siempre he sido muy impaciente, pero esta lección de vida me enseño que siempre hay que ir un paso a la vez), cuando la Dra. M leyó el resultado de la biopsia, era inconcluso, así que se debía tomar más muestra, así fue.

El día viernes de la misma semana, estaba de nuevo en esa camilla acostada, armada de valor pero también de ansiedad y miedo, mis compañeras de trabajo estaban conmigo,  ya queríamos saber qué era eso que tenía allí en mi amado seno, tampoco me dolió la segunda biopsia, aunque usaron una aguja más gorda, para poder tomar mejor muestra del tejido; lo bueno fue que al final de esa tarde ya tenía una respuesta, siempre me mantuve rogándole a Dios que fuera lo que fuera me diera serenidad, aceptación, claridad, fuerza, también muy dentro de mi quería que todo fuese un sueño, una mentira, pero me sentía bien, cumplí mi jornada laboral tranquilamente, como si nada hubiera pasado.          Cuando la Dra. M me dice, tenemos que hablar, en cuestiones de segundos paso un pensamiento fugaz por mi mente, que estaba preparada para lo peor, yo misma me decía que en caso tal de que fuese positivo, pues le pedí a Dios una vez más, aceptación, resignación y tranquilidad para afrontarlo; la Dra. M me dijo siéntate que tengo tu resultado, le dije estoy preparada para todo y sonreí, me dijo esa es la actitud, porque si, tienes Cáncer de mama, mi reacción fue totalmente todo lo contrario a lo que había dicho, muy dentro de mi esperaba que me dijera que solo fue un buen susto, que yo estaba bien, así que me quede en shock, mi cuerpo y mente no lo asimilaron tan bien como espere, el tiempo se paralizo para mí, sentía que nada era real, empecé a temblar, sentí que todos mis planes estaban clausurados, sentí muy de cerca la muerte, así como tener fecha de vencimiento, como una leche de un litro, que tiene fecha caducidad, bueno ya había llegado mi fecha y no había disfrutado de todo lo que quería,  la Dra. M me dijo, tienes que llorar, vivir tu luto, hasta que no aguante más y me desvanecí, sin duda alguna, ese día una parte de mí murió; pero también es verdad que fue un renacer.

Ese año era de cambios, había decidido pensar en mí, había terminado un diplomado, estaba empezando otro, aunque llevábamos tiempo saliendo y conociéndonos, tenía justamente un mes y días de noviazgo con un hombre espectacular, de esos que crees que solo existen en los cuentos de hadas, no era nada fácil dar una noticia así, pero después de durar unas horas a solas llorando, me decidí a llamarlo y le pedí que nos viéramos, aun creo que al verme él ya sabía lo que le diría, porque su mirada fue de tristeza, fue él la primera persona en saber mi diagnóstico,  le dije si es cáncer y volví a desvanecerme en llanto al igual que él, a los dos nos dolía muchísimo esa realidad a la que nos estábamos enfrentando, le pedí que por favor me dejara sola, no quería arrastrarlo en todo aquello que me estaba ocurriendo, él se negó  me dijo que no me dejaría sola, que estaría conmigo desde el día número 1 y gracias a Dios así se ha mantenido.      El apoyo emocional es fundamental para seguir, es algo que siempre le agradeceré, a las segundas personas que se lo dije fue a mi mama, mi hermana y a mi papa, es algo que no se puede ocultar, pero con ellos tome una posición distinta, lo hice con mucho valor, les dije que tenía Cáncer, pero que todo estaría bien, ya había llorado lo suficiente a solas y también con mi novio y los dos habíamos decidido enfrentar a la enfermedad, habían muchas cosas por hacer, muchas metas que cumplir, indudablemente rendirnos no era una opción, así que le dijimos al Cáncer que se preparara para desaparecer y es justamente allí, cuando mi equipo de trabajo, se volvió mi familia, porque siempre estuvieron allí, conmigo apoyándome en todo momento,  mi estilo de vida cambio mucho, también mi manera de pensar, empecé a preocuparme más por mí, por todo lo que se me venía, pues mi país Venezuela, no estaba ni está pasando por el mejor momento, así que era una tarea dura de afrontar, porque además del diagnóstico que apenas estaba asimilando, también era lidiar con el tema de todos los gastos que esta enfermedad implica, esas fueron mis próximas palabras ¿Cómo voy a costear todos los gastos para salir bien de esta tormenta? Porque así se siente, es una lluvia de emociones constantes.

Cuando te diagnostican de Cáncer, sientes que tus probabilidades de vida bajan al mil por ciento, cosa que no es cierta porque en el transcurso de la enfermedad y el tratamiento para estar sana, te das cuenta de la gran lección de vida que estas teniendo, atesoras absolutamente todo lo que tienes dentro de ti, a tu alrededor y eso es algo realmente mágico, pero como toda experiencia de vida, se tiene que procesar, he logrado una paz interior, he aprendido a valorar más las pequeñas cosas que tenemos, como por ejemplo poder respirar sin un ventilador mecánico o una bombona de oxígeno, pero vivimos la vida tan de prisa queriendo comprar una casa, un auto, reloj de marca, salir de vacaciones con mucho dinero, entre otras cosas, que olvidamos apreciar lo que realmente importa, te das cuenta que una lagrima de tristeza también puede sanar, sin duda alguna el cáncer te ayuda a ser más agradecido, a tener otro nivel de conciencia, a entender y aceptar que todo lo material no tiene sentido, que el tesoro real es tener a personas valiosas en tu vida, también es tener salud, si tienes salud lo tienes todo.

Es cierto el Cáncer me dio un gran golpe, pero me levante y más fortalecida, ahora puedo ver las mil y un probabilidades de vida que tengo, porque la esencia de la vida es entender y aceptar que hay más cosas buenas que malas, de todas las circunstancias que nos toque pasar, hay que ser agradecidos, las buenas experiencias, porque nos hacen felices y generan un muy bonito recuerdo y las malas experiencias, te enseñan a ser mejor persona, a ser la mejor versión de ti cada día que pasa, hasta tal punto de que logras concentrar tu energía en las cosas buenas, por ejemplo tu estado de ánimo, en tu paz, tus planes, tus ganas de vivir, tu felicidad, aprender de toda la adversidad, a comer sano, agradecerle a tu cuerpo y a los millardos de células que hay dentro de ti por avisar que algo iba mal, porque es así, el cuerpo es tan sabio que te avisa por medio de síntomas que algo podría estar pasando y no hablo solo del Cáncer, lo hace hasta con un resfriado común, está en ti saberlo escuchar, porque eres dueño de tu estabilidad, son cosas tan sencillas pero que tanto nos cuesta entender o ponerlas en práctica.

A las personas que están leyendo estas líneas y están pasando por alguna situación similar o peor, les recomiendo que todo lo reciban con amor, cada consejo, cada ayuda, cada tratamiento que inyecten en sus venas o ingieran vía oral, hablen con su cuerpo, para que éste acepte con mejor disposición a todo ese equipo de medicamentos, estudios, procedimientos que te traerán la salud de vuelta, y a los que no estén pasando por nada similar pero igual hayan tomado unos minutos de su valioso tiempo, pues les digo que aprendan a darle valor a la vida, que quizás no puedas tener aquel carro, o aquella cocina de ultimo modelo, pero tienes salud, dos piernas para caminar, para correr, para nadar, para hacer lo que quieras, que tienes tus brazos para abrazar a tus seres queridos, dos manos para crear para hacer lo que deseas hacer, que no hay límites, que los limites te los pones tú mismo y esa es una decisión muy personal, que después de un lugar oscuro siempre sale un rayito de luz, después de la lluvia está el arcoíris, una vez más la naturaleza es tan sabia.

Después de enfrentar esta guerra, ¡sí! ¡guerra! guerra de emociones, guerra de dificultades, de aceptación, de la típica pregunta ¿Por qué a mí? No lo niego, también me hice esa pregunta muchísimas veces, hasta que me respondí con otra pregunta ¿Por qué no a mí? Lo importante es aprender de las circunstancias de la vida, todo tiene una fecha de inicio y otra de culminación, con respecto al apoyo de tus seres queridos, o seres allegados es fundamental para la recuperación, aunque para ellos tampoco es nada fácil, mayormente no saben qué hacer, o que decir, a los familiares les recomiendo que siempre estén allí, que apoyen a la persona, que estén en su día a día, por favor no pongan de excusas que no tienen dinero (el tener dinero no es la solución), hay millones de maneras de apoyar a una persona que está pasando por esta experiencia de vida y lo mejor que puedes hacer es apoyarlo con tu tiempo, llamarlos para hacerles saber que estas allí para cualquier cosa, para recordarles que hay un lindo amanecer y que sería una buena idea salir a caminar, también le podemos decir lo mucho que nos importa y colaborar en buscar ayuda en instituciones, hospitales, fundaciones, realizando cartas, decirles que están orando para su sanación, acompañándolos a realizarse un laboratorio, llevarles un vaso con agua cuando sientan sed, entregarles un dibujo, ver una película en el televisor, hacer sentir que no están solos en esto, el día de quimioterapia estar con ellos, quizás vean o sientan que no hacen nada, que son detalles sin importancia pero no es así, son detalles muy gratificantes que hacen la diferencia y ayudan muchísimo, porque el Cáncer y cualquier otra enfermedad afecta la parte emocional del individuo, ¿a quién no lo deprime este diagnóstico?.

Lo ideal es hacer lo que se debe hacer, ponerse en manos de un buen médico que vaya de la mano de Dios, seguir con el plan de tratamiento y aprender de cada lección, viví en agonía porque debía operarme y no contaba con los recursos económicos, de tanto pedirle a Dios, llegaron muchos ángeles terrenales (así les llamo y ellos saben quiénes son), son personas que me ayudaron a salir adelante, recuerdo perfectamente que en los hospitales no habían insumos para llevar a cabo la operación, sin embargo me anote en una larga lista de espera, porque yo no era la única que estaba pasando por esa angustia, éramos muchas las mujeres y hombres que estábamos en la misma situación, mis compañeras de trabajo hicieron rifas para recaudar dinero y los Doctores me exoneraron los honorarios médicos, la Dra. M platico con el director de la institución para saber si era posible aminorar los costos, así que poco a poco la carga se hacía menos pesada, además el seguro que tenía también me ayudo para pagar el quirófano y los materiales medico quirúrgicos, sentir que todo se estaba resolviendo, me hacía sentir una princesa valiente.

Cuando tenía fecha de intervención quirúrgica, era la mujer más feliz y afortunada de la vida, así que ese día use un lindo vestido, el más bonito que me había regalado mi hermana, entre a quirófano muy contenta, con un plan de mastectomía radical, pero gracias al Dr. P y también a que las circunstancias fueron dadas me realizaron una mastectomía parcial, así que al salir de quirófano en mi grado de inconciencia por la sedación no hice nada más que pedir ver a mi novio, cuando lo vi le pregunte por mi seno, quería saber si aún estaba allí conmigo, cuando él me dijo que si, sonreí porque ese era un paso muy duro, pero estaba armada de valor y si había que darlo pues lo haría, estuve un mes de reposo en casa, si había dolor en la mama, pero había más felicidad dentro de mí, porque ya había hecho realidad uno de los procedimientos que necesitaba para estar bien.

El segundo paso del plan de tratamiento fue la quimioterapia (8 ciclos), el Dr. Y me exonero todas las consultas, al igual que la Enfermera A, realmente estoy bendecida y blindada por Dios, cuando empecé mi primer ciclo, se empezó a caer mi cabello, no es fácil para nadie ver caer su melena, pero una vez la Dra. M me dijo que no tenía pelo de muñeca, que el cabello se caerá por completo, pero una vez que acabe el tratamiento, volverá a crecer y ¿saben algo?  fueron unas de las palabras más sabias que he escuchado en mi vida (como recomendación les digo que sí tienen una melena muy larga, como era mi caso, pues con anticipación se corten el cabello con un look fashion, eso me ayudó mucho con la parte de verme al espejo), pero como a todo hay que verle el lado positivo, era verdad que se caería mi cabello, pero también se caerían mis bellos, la depilación es dolorosa, así que este es un punto positivo parta la quimioterapia, es la mejor depilación que me he realizado en la vida, la piel la tenía como de bebe, y otra cosa que agradezco hoy en día es el poder disfrutar de los sabores de cada bocado, disfruto mucho tomar agua, es lo máximo pero no cuando estas en quimio, porque el agua me sabia a tubo oxidado, las comidas incluso mis favoritas me repugnaban, además de que jamás pude comprar la medicina para los vómitos, así que todo lo que ingería, lo vomitaba, tan maluco que es vomitar, pero todo en esta vida tiene un precio, el precio de estar sana era pasar por ese proceso y pues yo lo estaba viviendo al máximo, animando a mis compañeras de quimio, porque estábamos cumpliendo otro requerimiento para estar sanas, que conste que esas ampollas que me colocaban eran compradas con todo el esfuerzo de mi trabajo y del trabajo de mi novio, así que para mí más que un medicamento, recibía una bendición cada 21 días, que gracias a Dios pude cumplir así que ¿Por qué no? A contar más las cosas positivas que tenemos en la vida, les aseguro que son más, disfrutar de un nuevo día, estudiar algo que nos apasione, platicar, respirar, escuchar el cantar de los pájaros (me relaja muchísimo), el amor que te entrega tu mascota, el oxígeno que te brindan las plantas, estoy casi segura que nadie agradece por cada suspiro, porque es algo tan mecánico que no lo valoramos, las mejores cosas no son las materiales, créanme con dinero no se compra el amor verdadero, no resucitas a un ser querido, tampoco compras la felicidad, en cambio con salud, eres el dueño del mundo, puedes hacer todo lo que te propongas, con un plan de acción no hay imposibles.

La gratitud es mi estilo de vida, porque de los malos recuerdos hay que aprender y los buenos recuerdos son para coleccionarlos, lo que no recomiendo es seguir trabajando cuando empiecen sus quimios, yo trabajaba en un centro de salud y tome reposo en el tercer ciclo de quimio porque me dio pielonefritis crónica bilateral, (me vi muy mal), gracias a la Dra. V pude lograr cumplir con el tratamiento indicado, además me lleno de ánimos para continuar, porque la verdad fueron días en las que mis venas estaban todas moradas, ya no podían más, hasta estaban pensando en la posibilidad de colocarme una vía central, solo que era más el riesgo que el beneficio, ya que los hospitales están en pésimas condiciones, así que les recomiendo que no sean tan irresponsables como yo y guarden reposo en casa, ya que el sistema inmunológico se debilita mucho y lo que para una persona es un resfriado común, para ti puede ser una neumonía, porque las defensas no están cumpliendo con su función, así que hay que tomar conciencia.

Una vez que termine con los ciclos de quimioterapia, el próximo paso era la radioterapia, de nuevo un proceso de agonía, porque las instituciones públicas no podían ofrecer el servicio, ya que los equipos estaban dañados, de igual manera mis esperanzas eran más grandes que cualquier adversidad y seguí entregando cartas en las que solicitaba ayuda, cartas explicativas al Presidente, exponiendo mi caso, mi novio y yo fuimos a todos los entes necesarios, pero no obtuvimos ninguna respuesta positiva, es bastante agobiante y agotador pero jamás dejamos de intentarlo y fue así cuando la empresa donde trabaje me ayudo al máximo una vez más, porque me exonero todo el tratamiento las 32 sesiones de radio, ese día llore de la emoción, estaba tan agradecida, todos los días de lunes a viernes iba juiciosa a mi dosis de sanación, una vez culminado el tratamiento en marzo mi gran apoyo, mi novio salió del país, porque era imposible cumplir con el tratamiento endocrino y vaya que lo intentamos, pero ese medicamento tenía dos años que no entraba al país, las opciones se nos habían acabado, con mucho esfuerzo después de 7 meses él ahorro para traerme a Argentina Buenos Aires (Con el permiso del Dr. Y) país que nos ha recibido con todo el amor y bondad del mundo, una vez más fui bendecida porque aquí en un hospital me pueden atender, solo que aún estoy en trámite de mi DNI, pero tengo mucha fe que pronto me podre poner en control y seguir cumpliendo con mi plan de tratamiento incluyendo las pastillas que debo consumir a diario, la vida del emigrante no es nada fácil, pero el Cáncer tampoco lo es y sobreviví, mejor dicho sobrevivimos, aquí estoy agradecida por todas las oportunidades que me regala la vida, que me brinda Argentina y ahora ustedes, que abrieron este espacio en el que uno puede escribir una parte de toda esta inolvidable experiencia,

Mi sueño es hacer voluntariado, no solo quiero contar mi historia, quiero que esta sea útil y ayude a las personas que están pasando por una situación similar o peor que la mía, quiero que entiendan que el momento es ahora, que no hay tiempo para un mañana, que inviertan lo más valioso que existe (el tiempo) ese que ni teniendo todo el poder del mundo, jamás se recupera, entonces hagan una buena inversión y pasen tiempo de calidad con personas queridas y hagan cosas importantes porque tenemos vida y salud, recuerden que la vida siempre te impacta de alguna u otra forma, puede ser positivamente o negativamente y está bien, eso nos hace sentir vivos, lo que importa es cómo podemos convertir esos efectos en hermosos momentos, que si fuese por mi amaría capturar de forma digital, aunque están guardados en mi ser. Toda adversidad es una oportunidad, aprovéchenla; podemos hacer la diferencia.

Muchas gracias por leer mi historia y ofrecer esta gran oportunidad, es una excelente iniciativa, fue de mi agrado compartir mi experiencia, de todo corazón felicidades.